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El pasado día 26 septiembre, entró en vigor casi en su totalidad, la última reforma al texto de la Ley Concursal, a través de la cual, se introducen nuevos términos, plazos y formas de gestionar la insolvencia, con la finalidad de que, de producirse ésta, su final no se traduzca en la liquidación de la sociedad e incluso del patrimonio personal, de quien se encuentra al frente de la misma.

Surgen por ello los llamados Planes de Reestructuración, que servirán para, como su propio nombre indica, poder favorecer la reestructuración en una fase más temprana de la crisis, cuando se detecten indicios de probabilidad de insolvencia.

Y es que estos planes se podrán preparar, presentar y homologar judicialmente, no solo cuando nos encontremos en una fase de insolvencia o crisis actual o inminente, sino cuando podamos detectar que la insolvencia pueda ser probable, lo que significa, que no podamos atender nuestras obligaciones de pago en un periodo futuro de dos años.

Se evidencia con ello, como el legislador quiere evitar que el porcentaje de empresas que acaban en liquidación y por tanto, desapareciendo, sea superior al 80%, y que tengamos herramientas para detectar una situación de crisis, pudiéndolo hacer además, con la antelación que nos permita poder gestionarla y por tanto, permitiendo la continuidad de la actividad y existencia de la sociedad.

El reconocimiento de dichos Planes como herramienta válida para afrontar una situación de crisis, y que su contenido pueda hacerse validar ante un Juzgado y por tanto, desplegar consecuencias frente a los acreedores de una sociedad, ha sido algo celebrado por las consultoras, que como la nuestra, llevan años trabajando en la elaboración de este tipo de herramientas.

Sin duda, esta medida desplegará la eficacia con la que se regula, si se aplica con la debida antelación y con los conocimientos y experiencia que requiere.

Es por ello que desde Gesem nos podemos a su disposición para poder elaborar el preceptivo estudio de estado y viabilidad de sociedades y desarrollar la estrategia de reestructuración que en su caso se requiera.